El Armario
August 13th, 2008¿Qué es un armario?, mi abuela tenía uno y en el guardaba un sin fin de recuerdos, recuerdos de toda la familia, incluso de sus nietos, cuando sentía nostalgia abría su armario para recodar hermosos momentos de su vida, con sus hijos, nietos, padres, hermanos.
Así que un armario es para mí donde guardas las cosas que te hacen feliz, pero también las que te hacen recodar momentos que tal vez no son tan gratos, pero de igual los conservas.
Eso mismo hacemos nosotros en nuestras vidas, guardar las cosas en un armario, que tenemos conectados con el pensamiento y el corazón. No entiendo porque siempre relacionamos las cosas con el corazón, es un órgano que en si nos da la vida, es como el motor de nuestro cuerpo, cuando esta uno enamorado lo representamos con el corazón, cuando se trata de dar felicidad a una persona, lo interpretamos con el corazón, entonces ¿quién es el corazón?, ¿será nuestro armario?
En los últimos años de mi vida, y principalmente en los últimos dos años, es donde he sacado las cosas de mi armario, todos los recuerdo pasados se fueron convirtiendo en amor a otra persona, una de las personas que más he amado en mi vida, desde que me case, que casi fueron 15 años de mi vida, la mitad de ellos no fueron muy gratos, pero intente de muchas formas llevarlo, pero cuando cumplí 13, años, (no sé porque pero siempre ha sido mi número cabalístico), mi vida empezó a cambiar, me mude a una tierra que cuando llegue parecía de salvajes, y no deseo ofender a esta tierra que me ha acogido con sus brazos abiertos, solo que la situación era terrible, pues era una ciudad sucia, demasiada violencia, narcotráfico, homicidios, robos, asaltos, etc.
En el mes de agosto del 2006 después que mi familia partió a Chihuahua, yo ya tendría cuatro meses de vivir en Lázaro Cárdenas, tuve un accidente automovilístico de cual salí bien librado, pero mi auto quedo inservible, y dure 30 días de incapacidad, fue un mes muy complicado, pues me sentía triste por no poder llevar bien mi matrimonio, ya las noches con mi mujer eran muy desagradables, no me sentía bien con ella, durante más de 3 meses desde mi llegada a Lázaro, hice las cosas que jamás había hecho en mi vida, llevar una vida mundana, una vida de alcohol, mujeres, fiestas, amigos, sexo, hasta que después del accidente empecé a recapitular mi vida, pues me llego la desesperación de todo el exceso, de la cantidad de dinero desperdiciado, en los primeros quince días después de mi accidente llego a mi vida una mujer, que para mí había representado todo lo que yo deseaba en una mujer, ella me dio el cariño y cuidado que tanto anhele, me cuido en mis días de convalecencia, me dio de comer, me atendió con las indicaciones que se requerían para mi rehabilitación.
En unos días todo se empezó a volver intimidad, para esto ya habían problemas mayores en mi casa, por un lado estaba Mónica, y por el otro mi esposa, yo no deseaba convertir a esa mujer en mi amante, pues ella no se merecía eso. Después de unos días me presento a su familia, claro que no como su novio ni nada de eso, si no como su vecino, Don Félix, me agradaba eso, pues jamás me habían dado tan honorable reconocimiento, ser un Don, en Chihuahua eso no se acostumbra, y aquí a las personas que se les respeta se les dice Don.
Mi relación con Mónica empezó el 9 de septiembre, jamás me imagine que esa relación fuera a durar tanto, pues duramos un año y medio, yo en principio tenía miedo, pues no deseaba enamorarme de alguien y solo hacerme la ilusión y menos que saliera lastimada, yo en muchas ocasiones se lo hice saber, que si iniciábamos esto no era para un ratito, era para una eternidad, que me encantaría poder descansar en sus brazos, que me llenara la vida de felicidad y yo a ella, creo entonces acepto mi propuesta, pues así continuamos nuestra relación. Ella tiene un hijo, Rafita, un niño que le hace tanta falta la figura paterna, pero en ese entonces, yo no me llevaba bien con él, tenía ciertas diferencias en cuanto a su educación, pero eso no impidió nuestra relación entre Mony y yo.
Con el tiempo nuestra relación se fue afianzando, me enamore profundamente de esa mujer, hermosa a mis ojos, cautivadora a mi aliento y mis sentidos, es una persona especial para mí, su forma de pensar, su forma de actuar, su delicadeza con la que me trataba, sus mimos y atenciones, bueno desde que estuve con ella aumente más de veinte kilos, pues concina riquísimo.
Cuando empezo nuestra relación, ella vivía frente a mi departamento, acordamos que ella cocinaría o mejor dicho ella deseaba cocinar y lo hacía en mi casa, de esta forma compartíamos los gastos, después se trajo de Morelia parte de su cosa, como su lavadora y secadora, algunas otras cosas que se requerían, para así tener menos gastos en cuanto a lavandería, la comida, etc., así que poco a poco nos fuimos integrando como una familia, Otra de las cosas que siempre hizo fue tenerme mi ropa tal como a mí me gustaba, y claro era un gusto para ella, pues los dos tenemos el mismo afan por vivir bien, cosa que mi ex-mujer nunca tubo hasta el último día de mi vida al lado de ella.
Mi casa cuando ella la conocio estaba ordenada y limpia, mi ropa en órden, limpia y fragante, así que a ella no le parecía mala la idea de estar conmigo, pues es algo que también ella deseaba tener, un hombre que la cuidara, la respetara, la amara, la entendiera, la escuchara, la comprendiera en sus días que son un infierno para ellas, sus cambios de humor, creo que la luna le afectaba, en esos días era muy cambiante su temperamento, a veces se ponía muy sentimental y lloraba mucho, a veces se reía mucho, hacia bromas, o en ocasiones se enojaba por cualquier detalle, al fin mujeres.
Algo que me enamoro mucho fueron su recaditos, recaditos que me hicieron amarla mas de lo que un hombre puede amar a una mujer, cada día encontraba uno, o algunas veces una cartita, un mensaje al celular. Recuerdo que muchas veces acabándola de ver cuando me iba a trabajar, le llamaba por teléfono en cualquier oportunidad, era una amor descontrolado por ella, cada día ese amor se fue incrementando por tanto detalle, en ocasiones nos íbamos a Morelia, a visitar a su familia, con la que me gustaba estar, me trataron como a un integrante más de la familia, como si fuera el yerno que ha hecho feliz a su hija.
Todos los meses subsecuentes corrieron excelentemente mi relación con ella, pero en mi casa las cosas se empezaron a poner peor, para el 20 de noviembre del mismo año, fui a Chihuahua, estuve en mi casa pero la sentía extraña ahí era el momento de decidir.
2.- Me reconcilie con mi esposa